En una entrevista de trabajo las preguntas más efectivas son las que reciben una respuesta mucho más extensa que un «sí» ó un «no», preguntas abiertas con la finalidad de obtener la mayor cantidad de información útil sobre aspectos que se desean conocer del candidato.
Hay entrevistadores que realizan una entrevista demasiado estructurada, creyendo que será más objetiva al realizar las mismas preguntas a todos sus candidatos, y con una batería de preguntas para el entrevistado que más bien podría denominarse interrogatorio policial que entrevista de trabajo en sí.
Son el tipo de entrevistas donde un entrevistador dispara a discreción preguntas de diversa índole y el candidato responde tratando de salir lo más airoso posible y conseguir pasar a la siguiente fase.
Seguro que más de uno habrá tenido esa sensación alguna vez, como si en lugar de ser un candidato a un puesto de trabajo fueses un sospechoso, un delincuente que ha cometido un delito, del cual se espera algún tipo de confesión, viéndote obligado a dar respuestas a preguntas que consideras irrelevantes para el puesto a desempeñar.
Una entrevista de trabajo es una conversación donde ambas partes tienen el poder de elegir
Una entrevista debe ser un proceso de negociación, nunca un interrogatorio, las empresas tienen libertad casi absoluta para contratar a quien crean oportuno, pero tú también tienes la libertad de elegir la empresa en la que deseas trabajar, por lo que ambas partes debéis estar en igualdad de condiciones.
Ahora estarás pensando, “vaya tontería, un candidato siempre se encuentra en inferioridad de condiciones, hay más candidatos donde elegir”, y qué, ¿acaso conoces si el resto de candidatos son tan idóneos como tú?
No olvides que la empresa tiene la necesidad de incorporar a una persona con tu perfil, necesita comprar tu “producto”, ¿por qué piensas que te han citado para realizar una entrevista? Si no les interesase tu candidatura, no estarías formando parte del proceso de selección. Tú también tienes el poder de elegir si es la empresa en la que realmente deseas trabajar o no.
No te sientas presionado a responder cualquier tipo de preguntas por el hecho de que te encuentras en desempleo y necesitas el trabajo, pierde el miedo a ser rechazado. Una cosa es que el entrevistador intente dirigir la entrevista e imponga el ritmo y las reglas durante la misma, y otra muy diferente es que te conviertas en un títere en manos de él, aceptando a responder cualquier tipo de preguntas. Tienes dos opciones: argumentar el motivo por lo que crees innecesario responder a esa pregunta o usar el método Infanta Cristina: respondiendo “lo desconozco” y todas sus variantes.
No dejes que sea únicamente el entrevistador el que realice preguntas, una entrevista es un diálogo, un intercambio de información. Tú también tienes que realizar preguntas, es tu obligación intentar conocer si es la empresa en la que quieres trabajar, pero ten en cuenta que estas preguntas deben ser pertinentes y realizarse en el momento oportuno, sin interrumpir al entrevistador.
Por cierto, al hilo de este post… ¿Qué opinas/is acerca del término ‘killer questions’?, ¿conocéis algún otro similar?
Hola de nuevo José Luis,
Durante años he usado este tipo de preguntas en las primeras fases del proceso, cuando usaba portales de empleo como fuente de reclutamiento, para cribar candidaturas añadía algunas preguntas relacionadas con los requisítos mínimos e imprescindibles que requería el puesto.
En las entrevistas dejé de usarlas, no me aportaban información relevante del candidato. Pienso que deberíamos cambiar ya algunas de las absurdas preguntas que durante años llevamos usando: ¿Por qué crees que eres el candidato idóneo para el puesto?… y centrarnos en realizar otro tipo de preguntas que nos permitan conocer mejor el perfil competencial del candidato.
Un saludo
Coincido contigo en lo que comentas. Desde mi punto de vista, creo que entrevistador y candidato deben ser ‘aliados’, y no quiero que se confunda con tener una postura de empatía extrema o amiguismo, sino entender que no sólo el profesional entrevistado tiene una necesidad que satisfacer. También yo, como entrevistador, tengo una necesidad que cubrir, y por ello no me beneficia basarme en una batería de preguntas cerradas y que me van a facilitar una información limitada. Necesito profundizar, tener criterio para decidir qué valor aporta la otra persona y dónde puede hacerlo. Y conocer cuáles son sus inquietudes, motivaciones, intereses, objetivos… una alianza, insisto, y no un enfrentamiento entre dos partes.
Hola José Luis =)
Efectivamente, estoy alineado con tu opinión, la entrevista debe ser una negociación win-win de profesional a profesional donde ambas partes cubran sus necesidades. Me alegra saber que cada vez somos más los profesionales que hemos decidido cambiar la forma en la que nos comunicamos con nuestros candidatos.
Un saludo
Buen articulo! Una entrevista debe ser un diálogo entre ambas partes, donde se argumente tu saber hacer, tus logros y tu valía y no un interrogatorio. Es una elección mutua y pienso que una entrevista en la que se te permita expresarte, es señal de un buen comienzo.
Buenas noches María Jose,
Coincido plenamente en tu comentario, a las empresas y entrevistadores que en la actualidad realizan sus entrevistas como si fuera un interrogatorio y tratando a sus candidatos como si tuvieran el poder absoluto por el hecho de tener donde elegir, no les auguro un futuro muy bueno. ¿Qué harán cuando las condiciones económicas cambien y pierdan ese poder que creen tener?
Un saludo