Siempre he tenido la sensación que muchos profesionales de Selección se encuentran diariamente como en una contrarreloj en la cual le dan más importancia a incorporar a un candidato en el menor tiempo posible, aunque esto conlleve en ocasiones a seleccionar a la persona errónea para el puesto, que en conversar con el candidato para detectar su verdadero potencial.
Lo sé, el tiempo es oro, pero aunque no dispones de todo el tiempo que desearías para encontrar al candidato idóneo, ¿qué excusas tienes para noconversar con él?¿por qué limitarnos a conversar únicamente en una simple entrevista? ¿por qué no pensar a largo plazo en lugar de en la inmediatez?
Los candidatos desean hablar y ser escuchados, comunicarse y relacionarse con los reclutadores, nos piden a gritos esa relación que durante tantos años les hemos negado, ¿por qué seguimos empeñados en obviarlo si hoy día disponemos de una de las mejores vías para hacerlo?. Sí, me refiero a las redes sociales.
¿Comunicamos o sólo hablamos?
En esto consiste el Reclutamiento 2.0, en la interacción directa reclutador-candidato a través de la conversación. Sé que esta modalidad de reclutamiento supone invertir mucho tiempo en construir relaciones con personas y también de mucha dedicación para crear y participar activamente en las comunidades donde se encuentran nuestros potenciales candidatos, aún así ésta desventaja resulta casi irrelevante frente al hecho de permitirnos que el candidato se involucre activamente en el proceso de selección a través de la conversación y al hecho de poder conectar con personas que nunca antes hubiéramos podido localizar de una manera tan sencilla y económica.
Algunos compañeros de profesión siguen manteniéndose escépticos ante esta forma de reclutar y seleccionar, creen que es una moda pasajera y que algunos de nosotros simplemente nos hemos dejado seducir por ella.
Siempre terminan haciéndome las mismas preguntas, ¿para qué invertir nuestro tiempo en algo tan absurdo como la búsqueda de candidatos en la red si publico una oferta de empleo y me llueven los candidatos? ¿Para qué buscarlos en redes sociales si realmente hay candidatos con talento que nos buscan a nosotros porque necesitan un empleo? ¿Para qué conversar con ellos y crear una relación si somos nosotros los que tenemos el poder y tomamos la decisión de quién es el candidato que queremos incorporar? Para qué, para qué, para qué…
Señores, un proceso de selección NO es una transacción en la que compramos un candidato
A veces tengo la impresión de estar manteniendo un diálogo de besugos, una conversación absurda y sin sentido en la cual resulta imposible exponer que siguen pensando a corto plazo, que la situación económica cambiará y también el número de candidatos disponibles, que en unos años el poder estará en manos de esos candidatos que elegirán la empresa en la que quieren o no quieren trabajar.
No intentemos adaptarnos a los cambios cuando lleguen, anticipémonos a ellos. Adaptarnos supone que el cambio ya ha llegado, anticiparnos supone tener la ventaja competitiva frente a otros en un futuro.
Es ahora cuando debemos buscar entre todo ese talento para disponer de él, luego no será posible incorporarlo a nuestras organizaciones. Es ahora cuando debemos posicionarnos en la mente de los candidatos como la empresa en la que desearían trabajar.