¿Quién no ha vivido ese incómodo silencio que puede crearse durante una entrevista de trabajo?
En medio de una conversación, el silencio puede tener distintos significados, puede ser una pausa reflexiva, puede ser creada para acentuar lo dicho anteriormente, o simplemente una ausencia de sonido sin otra connotación. Sin embargo, durante una entrevista de trabajo, un momento de silencio supone para el candidato un vacío desagradable, que puede crear tal impacto sobre este, que se vea obligado inconscientemente a hablar para romper el silencio.
Quizás pienses que un silencio por parte del entrevistador sea debido a la inexperiencia de este, que no sigue un guión estructurado, y que ha olvidado que más tenía que preguntar; pero no es así, se trata de una técnica usada en los procesos de selección: la técnica del silencio.
Es una técnica de presión que consiste en guardar absoluto silencio después de que el entrevistado, aparentemente, ha terminado de hablar sobre el tema que se estaba tratando. El entrevistador intentará resistir el silencio más que el entrevistado, evitando romperlo, con la finalidad de obtener una información más destacada que la aportada en tu respuesta anterior, es decir, se utiliza cuando el entrevistador quiere saber más.
No debes asustarte porque se produzca un silencio de unos segundos durante la conversación. En un primer momento, espera a que sea el reclutador el que reanude la conversación, pero si el silencio persiste, toma la iniciativa y no hables por hablar, pregúntale si no ha obtenido la respuesta a la pregunta que te formuló o si necesita que profundices en tu respuesta.
Por otro lado, dependiendo del puesto de trabajo al que optes, el entrevistador puede tener por objeto valorar tu nivel de autocontrol, por lo que observará tu capacidad de guardar silencio en el momento adecuado.
¿Por qué no ser tú el que uses los silencios como arma durante una entrevista?
Los silencios pueden convertirse en un arma poderosa a tu favor. Aunque resulte paradójico, es uno de los elementos más poderosos que debemos manejar entre nuestras habilidades de comunicación. Cuando un entrevistador realiza una pregunta, no es completamente necesario apresurarse a dar una respuesta, tomarse unos segundos te puede ayudar a enfocar correctamente tu contestación y también demostrará que estas tranquilo y confiado. Además, una pausa de unos segundos durante tu respuesta, enfatizará la información que vas a facilitar.
Por cierto, no olvides cuidar tu comunicación no verbal durante los momentos de silencio, el entrevistador estará muy pendiente de tus gestos.
Me ha encantado. Y me ha hecho recordar aquella frase que dice: «los silencios de Mozart también son música»
Hola Víctor,
Son muy interesantes e ilustrativos los ejemplos que pones, desde luego no dejas de sorprenderme, yo he hecho alguna entrevista como entrevistador y muchas como entrevistado y nunca he tenido esas suspicacias. Como ya sabes (pues has leído mi CV) tengo 44, llevo desde los 14 trabajando y desde que recuerdo, solo he dejado un año de estudiar (ahora terminando el doctorado en ingeniería civil e inglés en Brighton), creo que nunca dejaré de estudiar ya que pienso que los más jóvenes pueden estar mejor preparados (o con información más moderna) y tienes que estar siempre al día ya que lo único que me diferencia de ellos es mi experiencia (ellos están más frescos), y desde luego lo ves es lo que hay, soy una persona trabajadora que por desgracia no tiene esos dobleces que explicáis tan útiles en las entrevistas.
Yo segiré buscando un buen trabajo, “en silencio” y espero por mi salud que lo encuentre pronto. Recibe un saludo y muchas gracias por enseñarnos.
Arturo López. ICCP.
Buenos días Arturo, 🙂
Me alegra saber de ti. Comparto completamente tu comentario, es importantísima una formación continua. Como ya comente contigo, aunque resulte duro, vas con pasos firmes y en el buen camino. Ánimo, antes de lo que imaginas te recompensarán por todo ese esfuerzo.
Un abrazo.
Me encanta tu blog Víctor, yo que estoy buscando empleo y me dan tanto pánico las entrevistas, me viene genial, creo que con tanta información de lo que buscan los entrevistadores nos hace ser mas seguros de nosotros mismo y perderle un poco el miedo.
Buenas tardes Ana,
Mil gracias por tus palabras. Es una recompensa enorme saber que lo que escribo en el blog es útil para todo aquel que lo lee.
Un saludo.
Muy bueno el enfoque y magníficos los comentarios. Soy relativamente nuevo en estas lides de webs, blogs y portales de empleo y tengo que reconocer que tus ideas y consejos son de lo mejor que leo, tanto en este caso como en otros anteriores. Mi enhorabuena por tu clarividencia gratuita que nos ayuda en este camino revirado que hoy nos toca vivir. Sólo como comentario ilustrativo para mis compañeros les digo que estoy yendo a una carísima consultoría multinacional de Outplacement (que paga mi ex-empresa, si no imposible) para oir cosas casi idénticas a las que te leo a tí.
Gracias y adelante!
Fernando J. Álvarez.
Buenas noches Fernando,
Mil gracias por tu comentario 🙂 . Imagino que tu ex-empresa debe ser americana, no es habitual que las empresas españolas ofrezcan, a los trabajadores que causan baja en la misma, asesoramiento con el objeto de llevar a cabo su recolocación en otra empresa. Te aconsejo que aproveches al máximo la oportunidad que te han brindado.
Un saludo.
Estupendo post! Debo decir que la técnica del silencio me encanta, ponerla en práctica y ver cómo reacciona el interlocutor, o cuánto más es capaz de contarte si lo mantienes el tiempo suficiente. Además, como bien dices, puede ser muy esclarecedor acerca del autocontrol o la iniciativa del candidato.
Y por mi parte, que he estado muchas veces en la parte entrevistada (y lo seguiré estando de momento), también la he utilizado a veces.
Un abrazo!
Hola Sara,
Gracias por tu aportación, es siempre un placer que pases por esta tu casa. 😉
Por cierto, no creo que dure mucho eso de seguir en la parte entrevistada.
Un saludo.
Gran post Víctor. En el último punto añadiría que también se ha de evitar empezar la respuesta con un: «ah vale» o un «ah si», como queriendo decir «ah vale ahora me toca contestar esto». Esto suele ocurrir cuando nos hemos aprendido una batería de preguntas y de respuestas y, justo en ese momento, la pregunta está en nuestro listado.
Sin lugar a dudas Lidia, es imprescindible evitar esos errores que se tienen inconscientemente, yo añadiría también a tu comentario, la importancia de la velocidad con la que habla el candidato. Ambos aspectos dan lugar a que el entrevistador sospeche que el candidato está dando respuestas preparadas, por lo que intentará romper el ritmo de la entrevista de trabajo con preguntas no habituales para sacar al entrevistado del discurso que lleva aprendido. Los argumentos preparados para una entrevista deben sonar naturales.
Un saludo.