Ha llegado el gran día y te la juegas. Sí, es así. Otros dos candidatos al menos estarán junto a ti en una terna final donde cualquier aspecto podrá inclinar la balanza a tu favor.
Quizá no sabes que está en tu mano el conseguirlo, quizá no quieras pensarlo. Pero si has llegado hasta ahí, posiblemente tu experiencia y formación no tengan tanto peso en la decisión final. Al igual que los otros candidatos, tendrás los conocimientos necesarios, la experiencia requerida y serán otros aspectos los que te diferencien y te hagan brillar por encima del resto.
Me gustaría compartir contigo pequeños detalles, sensaciones que me llegaron y sorprendieron de los candidatos por los cuales aposté sin dudarlo desde el minuto 1. Muchos pueden ser obvios pero os aseguro, que no siempre es así.
Puntualidad:
Con llegar 5 minutos antes es suficiente, para un retoque, observar ambiente, mensajes…, coger aire y relajarte. En ocasiones uno llega media hora antes por eso de ser puntual y de verdad que no es necesario. Pensar que tienes a alguien esperándote durante tanto tiempo incomoda.
Organización:
Doy por supuesto que llevas días, semanas preparando este encuentro por lo que tu mensaje será claro, conciso y ordenado. Te recomiendo llevar un par de copias de tu currículum para compartir con los posibles entrevistadores. Te ayudará a no olvidar nada de lo que tengas previsto decir y te servirá de guía.
Adaptabilidad:
Coge las riendas, sabes lo que quieres decir pero adáptate a tu interlocutor. Mide tiempos, silencios, estilo de comunicación, observa. Puedes encontrarte con diferentes tipos de entrevistador y entrevista. Lo importante es que sigas su pauta y los primeros minutos serán fundamentales.
Síntesis:
Es tu momento. Tienes unos minutos de oro y si algo agradecemos los que nos dedicamos a esto, es un candidato que sea capaz de simplificar sus logros, su mensaje y que nos ponga las cosas fáciles. Más de uno mataría por oír un buen Elevator pitch de menos de 3 minutos.
Positivismo:
No es momento para justificaciones, críticas, malos rollos. Trata de hablar si toca de tus debilidades en positivo. Habla desde la superación, de cómo mejoraste determinados aspectos. No es el momento de dar pena o echar balones fuera. Una persona resolutiva, clara, positiva…, tiene mucho ganado.
Escucha:
Atento a cualquier comentario, mensaje, punto que quiera abordar. Marcará el camino de la conversación, lo que de ti quiere conocer por lo que te recomiendo que no eludas preguntas o titubees. Evita dar saltos o giros en la conversación. Si algo se te pasara, habrá momento al final de la entrevista para volver sobre ello.
Cuantifica tus logros:
Véndete, capta la atención de tu interlocutor, sorpréndele. Olvídate de enumerar y describir funciones. Habla de tus logros, o mejor deja que tus logros hablen de ti. Y lo más importante, cruza tus logros con los requerimientos del puesto. Lo que has hecho en el pasado nos ayuda a predecir lo que harás en el futuro. Y fundamental: traduce en cifras tus logros, impacta.
Tus ojos hablan:
El brillo en los ojos, tu pasión. Si de verdad quieres ese puesto y estás seguro de que eres la mejor opción, demuéstralo. Es tan importante lo qué dices, como el cómo lo dices.
Sonríe:
Todo llega mejor si va acompañado de una sonrisa. Transmite, cuenta, conversa, escucha, pregunta, pero nunca te olvides de sonreír.
Naturalidad:
Ante todo sé tu mismo. Muéstrate tal y como eres. Y por supuesto, sé coherente entre lo qué dices y cómo lo dices. No te muestres como un autómata, con un discurso aprendido. Tu discurso debe resultar natural, sincero, real.
Muestra interés:
Demuestra que para ti no es una entrevista de tantas, que realmente estás interesado en su compañía, en colaborar con ellos. Es el momento de hablar de aquello que despertó tu interés, de su Web, de algún artículo de la Compañía, entrevista, evento en el que participaste, si sigues sus cuentas en RRSS y participas…, sorprende a tu interlocutor con alguna aportación de valor. Aunque no lo creas no es habitual.
Pregunta:
No desaproveches el ofrecimiento. Si has llegado al final de la entrevista, aprovecha para sacar a colación alguna pregunta sobre su plan estratégico, sus próximos pasos, algo que te permita comentar y cruzar con alguna de tus fortalezas. También es el momento de despejar tus dudas acerca de la compañía y confirmar tu interés por ellos.
Al final se trata de impactar, de llegar a tu interlocutor, de permanecer. Y por supuesto, cumplir tu objetivo, conseguir ese puesto. Así que trabaja cada entrevista, no dejes nada a la improvisación. No hay más misterio.
Y tú, ¿qué otras actitudes crees que podrían diferenciarte del resto de candidatos? Añade +1 a #12
Licenciada en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid, Máster en Dirección de Recursos Humanos por IMF Business School y postgrado en Recursos Humanos 2.0 y RRSS por la Escuela de Negocios Inesdi. María Jesús es Socia Directora de Talent For You, una consultora especializada en el desarrollo de Estrategias en Social Media y RRHH 2.0., donde acompañan y entrenan a profesionales y empresas en el uso de las redes sociales para conseguir sus objetivos en la gestión de personas y de marca personal. Puedes conectar con ella a través de su cuenta de twitter.
Víctor Candel | Talento & Personas • Talent acquisition & Employer Branding specialist 
Muchas gracias por estos consejos, la verdad que son buenos para tenerlos en cuenta en la próxima entrevista que tenga. Seguramente lo que más me cause error es la adaptabilidad y la síntesis, ya que he hecho pocas entrevistas en mi vida por lo que me pongo muy nerviosa. Un saludo
¡¡¡Gracias Miriam por tu aportación!!!
El hecho de ser consciente de los puntos a trabajar ya es un avance porque te ayudará a poner foco y conseguir mejores resultados.
La actitud junto con un entrenamiento sistemático, te acercarán a tu objetivo. Así que te animo a seguir trabajando en ello.
Un saludo
María Jesús Márquez
Muy interesante, es sorprendente la cantidad de gente que acude a la entrevista sin haber estudiado a la empresa, creo que es uno de los aspectos más importantes porque es de los que más interés denotan.
Efectivamente Guadalupe, ¡estoy contigo!.
Precisamente si le das la vuelta a lo que hace la mayoría (no documentarse) consigues diferenciarte del resto de candidatos. Me atrevo a decir desde mi experiencia que más de la mitad de los entrevistados no habían realizado seguimiento alguno de la empresa, noticias en medios de comunicación, publicaciones en revistas especializadas, entrevistas de sus colaboradores…, si acaso un breve paseo por su Web para conocer su espacio de empleo y poco más.
Si no muestras interés ¿cómo quieres que yo lo muestre por ti? ¿Por qué debo pensar entonces que te interesa el puesto y la Compañía?
Gracias Guadalupe por subscribir desde tu experiencia mis palabras y vivencias.
Un saludo
María Jesús Márquez
Considero que es importante matizar este aspecto como la parte que está al otro lado de la mesa del entrevistador. Demostrar conocimiento sobre la empresa puede ser llamativo, pero empollarte detalles de la empresa exclusivamente para la entrevista me parece tan deficiente como presentarse sin saber nada de nada. Puede que haya un seguimiento determinado de la empresa, en el caso de grandes sueños (como por ejemplo con una empresa como la NASA), pero uno puede aportar infinidad de cosas a una empresa sin saber, a priori, demasiado sobre ella. El entrevistado desnuda sus características frente al RRHH en el tiempo de entrevista, ¿por qué no hace lo mismo la empresa? Nos hemos acostumbrado, con la demanda de empleo que hay, a que una empresa prácticamente «haga un favor» al entrevistarte, como si el empleado debiera algo desde el minuto 0 y tuviera que demostrar que es el mejor. ¿Acaso la empresa no tiene que demostrar ser la mejor opción del entrevistado? ¿No tiene que haber una conquista mutua?
Entiendo que una entrevista es un encuentro de conocimiento bilateral. Y que ambas partes han de ser flexibles con el conocimiento acerca del otro. Resulta incómodo pensar que uno va a una entrevista para ser descartado a la mínima. Yo personalmente he salido decepcionada de más de una entrevista. Sólo he salido contenta con el trato y las sensaciones de dos. Ambas entrevistas relajadas, en las que ambas partes ponían de su parte. El resto… me he sentido como un blanco atacado, con preguntas y comentarios exagerados, todos para descartarme en cuanto fuera posible.
Desde luego son consejos fundamentales para hacerlo extraordinariamente bien en una entrevista. Todos son necesarios, quizás destacaría la adaptabilidad y la capacidad de comunicación y la síntesis con un elevator pitch bien argumentado. Añadiría el magnetismo que cualquiera de nosotros pueda ejercer. Un saludo
Hola Miguel Ángel,
Por supuesto que el magnetismo que irradian los candidatos es fundamental. Me atrevería a decir, que ese magnetismo es una suma de circunstancias y actitudes. Nos atrapa y permanece. Como en la vida misma, es ese impacto que provocamos a nuestro alrededor cuando nos relacionamos, algo natural que nos acompaña y que provoca en los demás un sentimiento de atracción hacia lo que decimos o hacemos.
Gracias por tu aportación. Sumamos 13 y ¡qué bonito es sumar!
Un saludo,
María Jesús Márquez