Desde hace unos años los procesos de selección ya no están atendiendo únicamente al perfil curricular del candidato (experiencia profesional previa y formación académica) sino que también intentan identificar las competencias o características de éste que puedan llevarlo a un desempeño con éxito del puesto ofertado.

Actualmente una de las capacidades que se está intentando detectar en los candidatos, es la inteligencia emocional o grado de desarrollo de las competencias emocionales, es decir, la capacidad para reconocer sentimientos propios y ajenos, y la habilidad para manejarlos.

Para detectar esta capacidad, los reclutadores utilizan, la entrevista de incidentes críticos (BEI), que es el método básico de cualquier proceso de evaluación del desempeño. Este tipo de entrevista evalúa el rendimiento pasado del candidato mediante un análisis exhaustivo de la experiencia pasada y realiza una estimación acerca de cuándo, cómo, dónde, adquirieron sus competencias clave y la probabilidad o frecuencia con la que las vuelven a utilizar.

Con cada candidato se exploran varias situaciones a las que se hubieran enfrentado con éxito y en las que hubieran fracasado. Se trata de analizar que sintió, que pensó, que hizo y dijo en los momentos más importantes, y cuál fue el resultado final.

El entrevistador pretenderá conocer las actitudes y comportamientos que tuvo el entrevistado en un pasado reciente y en situaciones concretas, no pretenderá que opine sobre como se considera (autoevaluación) sino que buscará que describa esas situaciones y preguntará si crees que actuaste de forma adecuada en una determinada situación, o sobre cómo crees que te desenvolverías en el nuevo puesto de trabajo…

Enfocará las preguntas para conocer como actuó, que pensaba y que sentía el candidato:

• Cuéntame la última reunión de ventas que tuviste con tu equipo… Descríbeme esa reunión. ¿Cuáles fueron las situaciones clave, los puntos críticos en el desarrollo de la reunión?.
• Descríbeme exactamente que hacías en este puesto de trabajo…
• ¿Me puedes explicar alguna vez en la que innovaras en algo para mejorar los resultados en tu puesto de trabajo…? ¿Cómo te sentiste en ese momento?.

Para la mayoría de candidatos, este tipo de entrevista es completamente nuevo, desubicándolo y generando que no se entiendan bien las preguntas que se le realizan, que no dispongan de ejemplos o que les resulte difícil decidir cual es el mejor ejemplo sobre el tipo de situaciones por las que están siendo preguntados.

Algunas de las competencias tanto sociales como personales que el entrevistador intentará evaluar en vosotros son: motivación, autoconfianza, autocontrol, asertividad, escucha activa, empatía, flexibilidad, iniciativa, liderazgo, toma de decisiones y tolerancia a la presión.

9 Consejos para superar con éxito este tipo de entrevistas

Relata las situaciones siempre en primera persona del singular. Evita el nosotros, nuestro equipo, el entrevistador quiere conocer que sentiste o pensaste tú.

Incluye durante la conversación el «yo pensé» y el «yo me sentí», de esta forma le dejas claro al entrevistador de que manera contribuiste en la situación.

Primero debes dar al reclutador una breve visión general de la situación que vayas a relatar y posteriormente contarle detalles.

Aporta información sobre la situación de manera ordenada y estructurada.

No digas que no recuerdas exactamente lo que dijiste en esa situación. Si no lo recuerdas, trata de reconstruir la situación como si fuera el entrevistador la persona con la que viviste ese momento.

No demuestres sensación de que estás incómodo con las preguntas que te hace.

No es necesario que aportes información de la empresa o los nombres de las personas implicadas en la situación, el entrevistador quiere conocer solo lo que sucedió y en la forma en la que tú participaste. Si no aportas nombres, también demostrarás una actitud responsable en cuanto a la confidencialidad con la empresa en la que trabajaste.

Muestra una actitud positiva; puedes contar experiencias negativas, pero argumenta transformando lo negativo en positivo (cuenta que aprendiste de la experiencia y lo positivo que resultó finalmente para ti).

Para que no os resulte difícil decidir cual es el mejor ejemplo a relatar al reclutador, debes tener en cuenta las competencias requeridas en el puesto de trabajo al que optas, para incluirlas en la situación. En muchas ocasiones, las empresas aportan mucha información en sus ofertas de empleo sobre las competencias que están buscando en el candidato.

Así que si no sabes manejar con destreza tus emociones, te dejas llevar por ellas o no sabes gestionarlas de forma beneficiosa, ponte manos a la obra y trabaja tu inteligencia emocional.

Víctor Candel