Cuidado a que árbol te arrimas

El networking hoy está en boca de todos, y cuando se está en búsqueda activa de empleo, en búsqueda de nuevos proyectos profesionales, en un período de transición laboral o como quieras llamar a estar desempleado, adquiere mucha más importancia.

Que el 80% de las ofertas de empleo no se publican, ya no es una sorpresa para nadie, la gran parte de los puestos vacantes de las empresas se cubren a través de las relaciones. Cada vez más profesionales de Recursos Humanos actúan de manera proactiva buscando candidatos a través de sus conexiones, sin esperar a que el candidato llegue a él a través de la publicación de una oferta de empleo.

Pero, ¿qué entiende cada uno por networking?

El networking no es arrimarse a cualquier árbol que creas que pueda darte cobijo bajo su sombra, las creencias pueden llevarte al error, el networking es arrimarse al árbol que te permita construir algo nuevo a partir de alguna de sus ramas, y para eso debes tener claro el objetivo por el que deseas conectar con una persona, ofreciendo tú primero sin esperar nada a cambio.

Por otro lado, nunca he compartido la opinión de aquellas personas que dan preferencia al tamaño de su red, en lugar de dársela a la calidad de sus contactos. Siento decir que para mí el tamaño de mi red no importa, a pesar de que tener más contactos te pueda unir a más personas, prefiero tener menos conexiones y que éstas sean personas que realmente me aporten y a las que yo les pueda aportar.

Desde hace años, seguramente debido a una deformación profesional, acostumbro a buscar información sobre las personas a las que no conozco y me invitan a conectar en una red profesional como LinkedIn, e incluso a pedir referencias en el caso de que el motivo para conectar sea ofrecerme un proyecto o colaboración. Sinceramente me preocupa con qué tipo de personas y organizaciones vinculo mi hacer profesional y mi marca personal.

La base principal del networking es construir relaciones, y las relaciones no pueden construirse si no generas confianza en la otra persona, resultando difícil de crear si para empezar existen ciertas incoherencias entre lo que esa persona dice y hace.

Cuando se está en búsqueda activa de empleo, el tipo de contactos que conforma tu red profesional, alcanza una importancia relevante. Ten en cuenta la percepción que puedes transmitir al reclutador si entre tu red de contactos se encuentran entidades y personas con dudosa credibilidad profesional.

Aunque la objetividad debe primar por encima de todo, y no podemos dejarnos llevar por las intuiciones o apariencias, antes de conectar con alguien o enviar una invitación, valora si esa persona que está al otro lado puede perjudicarte más que beneficiarte en tu objetivo profesional.

¿Qué criterios usas para decidir a quién aceptar o invitar a formar parte de tu red de contactos?

Víctor Candel

Banner Rumbo al empleo 2.0

11 comentarios en “Cuidado a que árbol te arrimas

  1. Julio Toribio dice:

    Es completamente cierto que una red amplia no garantiza buenos resultados, especialmente si los contactos no tienen un peso importante en el mundo laboral, yo también me inclino en buscar pocas conexiones, pero que sean relevantes y que tengan el potencial de generar oportunidades laborales o de negocios.

  2. Alvaro López dice:

    Buenos días Víctor,
    Muy interesante. Me ha hecho reflexionar mucho.
    La verdad es que como todo en la vida, el networking es un arte, que no es otro que el de cultivar relaciones efectivas. Las relaciones efectivas son aquellas que te llevan a sinergias, al ganar ganar, a llegar donde tú no podrías llegar sólo.
    Personalmente me acabo de dar cuenta de que no cuido en especial los contactos de todas mis redes sociales, y baso mi decisión de si acepto o no a esa persona según criterios muy básicos.
    Cuando buscas trabajo esto cobra aún más significado, ya que has de buscar la manera de que la otra persona con la que contactas «sienta» que eres una persona con la que es oportuno conectar. Y digo «sienta» muy a propósito, porque en la mayoría de las ocasiones basamos nuestras decisiones en emociones, el feeling del que se habla hoy en día.
    Por eso, acercarse a una persona para conectar debe ser una actividad medida y reflexionada acerca de como bien indicas qué pretendemos de esa relación que queremos entablar…
    Perdona, que me he enrollado tela! jajaja
    Un abrazo!
    Álvaro

    1. Víctor Candel dice:

      Hola Álvaro, gracias por tu aportación.

      Comparto tu opinión, y me ha gustado eso de «cultivar relaciones efectivas». Añadiría, «cultivar relaciones efectivas y afectivas«, como bien dices, las emociones están vinculadas a la forma que tenemos de relacionarnos.

      Un saludo

  3. MAD dice:

    Hola Victor. Llevaba tiempo sin comentar pero hoy me animo a hacerlo de nuevo. Estoy muy de acuerdo con lo que dices, pero ya sabes que soy bastante «discutidor» y me gusta principalmente debatir o aprender. Como te decía, estando de acuerdo con lo que dices creo que en ocasiones el tamaño de la red de contactos se nos puede ir de las manos y descontrolarse y no veo el modo de mantener esto bajo control sin tener que realizar un esfuerzo considerable. Por descontado no hablo de la gente con la que hagamos networking o los contactos con los que tengamos una relación más cercana, sino a todos aquellos que en un primer momento se nos han acercado de buena fe, con aparentes buenas intenciones y de los que no volvemos a saber. ¿Tu recomiendas hacer «limpieza» de contactos o dejarlos estar?
    Por otro lado, en ocasiones la cantidad si resultaba de utilidad porque para la gente que se dedica al reclutamiento era la única manera de acceder a determinados perfiles (ahora, gracias a algunas herramientas de las que has hablado por aquí no es imprescindible) que podíamos querer tener localizados bien por un interés particular en ellos, bien por las posibilidades abiertas en su red. Bien pensado esto no es sumar contactos por sumar contactos, realmente quiza sea networking, pero para mi suponía entrar en contacto con personas que no conocía y lo hacia «a tumba abierta», algo que afortunadamente he intentado cambiar con el paso del tiempo.

    Saludos

    MAD

    1. Víctor Candel dice:

      Hola Miguel Ángel,

      No sabes cuanto me alegra verte por aquí.

      Te seré muy muy sincero con mi forma de actuar en una red de contactos profesionales como es LinkedIn, en los casos de personas que contactan conmigo y con los cuales no he tenido ningún tipo de relación anterior.

      1) Una vez recibo la invitación, realizo una búsqueda rápida de información sobre esa persona. Si creo que puede estar alineada con mis intereses o motivaciones a nivel personal o profesional, lo acepto.
      2) Envío un mensaje de agradecimiento por esa invitación a conectar y espero respuesta. Si en un plazo determinado de tiempo no recibo contestación a ese correo, elimino directamente a esa persona (entro periódicamente a esos perfiles para ver su actividad reciente, si han compartido y comentado doy por hecho que han recibido la notificación del mensaje, si no han respondido es porque no estaban realmente interesados en conectar conmigo). No quiero a nadie en mi red que se dedica a coleccionar contactos.
      3) De forma mensual realizo un repaso a los contactos de mi red con los que nunca he establecido ningún tipo de relación. Y sí, también hago limpieza de esos contactos de los que no se nada de ellos en meses, personas que no interactúan en la red social y sólo mantienen su perfil como si de un cv colgado en la web se tratara. Ese tipo de personas que se acuerda de intentar cuidar y conversar con sus contactos sólo cuando se encuentran en búsqueda activa de empleo tampoco son el tipo de conexiones que deseo en mi red. Las relaciones hay que cuidarlas y mimarlas diariamente.

      La leyenda urbana de que «Tienes que estar dentro de la red de contactos de un reclutador para ser contactado y tener más oportunidades de trabajo», ha hecho mucho daño. Los profesionales de Recursos Humanos hemos terminado colapsados de invitaciones a conectar, de personas con perfiles profesionales que difieren mucho de las necesidades de nuestras empresas. Como comentas, NO es necesario tener, para hacer reclutamiento, una enorme red de contactos. ESO ES MENTIRA. Se puede contactar y visualizar a un elevadísimo número de personas que están fuera de tu red, realizando búsquedas avanzadas y utilizando herramientas para facilitar ésta tarea, o simplemente abonarse a una cuenta Premium para Recruiter, que te permite tener acceso al perfil de 300 millones de usuarios.

      Un fuerte abrazo.

      1. MAD dice:

        Hola de nuevo Victor. Como te transmitía en mi primer mensaje, sigo de acuerdo contigo. Me refería al tamaño de la red a la hora de reclutar cuando no existían herramientas para poder hacer más efectiva la búsqueda y necesitábamos «ese segundo grado». Ahora bien, con las herramientas de las que has hablado aquí y de las que hay información en otros blogs se puede gestionar mucho mejor la red de contactos (hablo básicamente de Linkedin) pero yo reconozco que en un primer momento iba muy a ciegas y aun cargo con cierta herencia de esos tiempos….

      2. Víctor Candel dice:

        Hola Miguel Ángel,

        Cierto, creo que los reclutadores que comenzamos en la red hace ya unos años, lo hicimos un poco a ciegas, cometiendo errores que con el tiempo han supuesto un aprendizaje para hacer las cosas hoy mucho mejor.

        Esa herencia que comentas es fácilmente solucionable, aunque como sabes requiere invertir un poco de tiempo, todo es ponerse, elegir el momento y realizar una «limpieza a fondo».

        Un abrazo.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.