Esto de “entrevistas turísticas” tal vez te suene a hacer entrevistas en distintos puntos geográficos, pero no, ya que no se trata de una modalidad de entrevistas en sí.
Así es como podría denominarse al “turismo” realizado por un candidato cuando asiste a una entrevista con la única finalidad de adquirir experiencia en la realización de la misma, postulando a ofertas de empleo y empresas por las que no está interesado, pensando que con este aprendizaje podrá afrontar con éxito los procesos de selección que realmente le importan. Vamos, una simulación muy real y completamente gratuita para el falso candidato, pero no tanto para el entrevistador y la empresa.
¿Sorprendente?, no, más bien fuera de contexto si tenemos en cuenta las contadas posibilidades que ofrece actualmente el mercado laboral. Pues aunque no lo creas esto existe y hace unos días viví una experiencia que me dejo sin palabras.
Una persona se puso en contacto conmigo para hacerme una consulta en relación a si conocía empresas que en sus procesos de selección incluyeran entrevistas del tipo “Assessment Center” para perfeccionarse en ellas, ya que en las empresas a las que él deseaba postular eran parte del proceso y necesitaba practicar previamente en otras.
Atónito, perplejo me quedé. Peor, aún más cuando me relató que en los últimos dos meses había realizado tres “entrevistas turísticas” para practicar otro tipo de técnicas de selección y que sólo le faltaba practicar los “Assessment Center”.
Me resultan deshonestas este tipo de practicas, y poco ético hacer perder la oportunidad de ser entrevistado a otro candidato que realmente pueda estar interesado en la oferta y necesite ese empleo.
Todo pasa factura
Creo que lo peor de todo es que, en parte, este tipo de situaciones las hemos podido provocar algunos profesionales de RRHH, recomendando que es imprescindible ir preparado a una entrevista de trabajo, pero… así NO.
Ir preparado a una entrevista significa conocer pautas básicas y generales sobre situaciones que pueden presentarse en una entrevista, con la finalidad de poder desenvolverse correctamente ante una situación a la que no estamos acostumbrados, aprendiendo como poder transmitir seguridad y confianza, y a como mantener bajo control los nervios y la inquietud provocada por lo desconocido.
Entiendo que las “entrevistas turísticas” pueden resultar un entrenamiento o un aprendizaje basado en la experiencia, un aprendizaje a través del descubrimiento personal, pero el conocimiento adquirido queda limitado y no te va a asegurar que puedas controlar y afrontar con éxito la entrevista real que deseas. Nunca realizarás dos entrevistas idénticas aunque éstas fueran realizadas por un mismo entrevistador o para la misma empresa.
Evitar este tipo de malas prácticas es casi imposible, ya que es algo que esta fuera del alcance del reclutador y no depende de él, solo del candidato.
Ahora me gustaría hacerte reflexionar,
Aunque realices una “entrevista turística” nadie podrá decirte los errores cometidos durante la entrevista, por lo que el aprendizaje podría afectarte adversamente. ¿No crees que sería más efectivo realizar entrevistas simuladas en las que un profesional evaluara los errores cometidos?.
Las ciudades e incluso las provincias son en ocasiones un pañuelo, lugares dónde los profesionales de un mismo ámbito solemos conocernos, ¿qué ocurriría si un entrevistador llega a darse cuenta que estas realizando “entrevistas turísticas” y lo comenta con otros profesionales, mencionando tu nombre y apellidos? ¿No crees que tu credibilidad quedaría en entredicho?.
Me he encontrado a varias personas de este perfil. Un buen Cv y muestra de interés en la entrevista telefónica, pero al hacer la entrevista presencial…. Puff!!! Descaradamente comentarme que han venido a conocerme (y que les conozca) y ver el estilo de entrevista de la consultora pero que no están interesados en el puesto. La cara de tonta que se me quedó!!!
Entiendo la postura de la persona que busca trabajo (yo también he estado en esa posición) pero estaría mejor ser sinceros y comentarlo desde el principio. No me importaría ayudar (ya lo he hecho en bastantes ocasiones), hacer entrevistas simuladas y ofrecer puntos de mejora, pero NO cuando estoy hasta arriba de trabajo y tengo tiempo límite para presentar candidaturas al cliente.
Víctor,
Pues me he quedado atónita al leer esta entrada en tu blog. Me parece que se ha llegado a este punto por el estado actual del mercado laboral. Un candidato bien preparado para la entrevista denota interés en la posición pero, como bien mencionas, cuando la preparación para esta entrevista se realiza de esta manera se está cayendo en un engaño pues, no todos los entrevistadores realizan las entrevistas de la misma manera y estas entrevistas turísticas pueden generar una «falsa confianza» por lo que al enfrentar una metodología diferente los nervios pueden traicionar al candidato en la posición que realmente le interesa.
Aquí en el sur, para este tipo de situaciones solemos decir que » hay gente pa tó «; estoy contigo Víctor, en que la situación no es la más correcta, sin embargo como bien comentas, estamos dispuestos a cualquier situación por conseguir nuestra meta, y en este caso el empleo en la organización deseada.
Ahora bien, soy partidario del entrenamiento productivo y constructivo, de la entrevista turística sacaremos poco provecho, pues cada reclutador maneja los tipos de entrevistas a su necesidad.
Un saludo.
Buenas Victor,
Coincido completamente contigo.
Si realmente no te interesa un puesto, no optes a él. La imagen que dejas a la empresa y al reclutador suele ser bastante negativa.
Cómo bien dices, si no hay feedback no hay aprendizaje y el mundo es un pañuelo. Además este pañuelo está cada vez más conectado.
Un abrazo,
Lo veo muy bien, es una forma de enfrentarse a la situación e ir adquiriendo confianza en si mismo.
jajaja. Buen término Víctor, me ha encantado.
Suscribo que, al no existir feedback, detallado, poco aprendizaje se obtendrá.